Iglesia San Bartolome
Obra barroca realizada entre el s.XVII-XVIII, que sustituyó a la primitiva iglesia dedicada a San Bartolomé y de la que ya había constancia en el año 1210.
De la antigua iglesia se observan elementos recuperados en las fachadas laterales: en la parte norte, un capitel de columna con escenas de Sansón abriendo las fauces de un león y Dalila con las tijeras en la mano; y, en el sur, una clave de bóveda de crucería que representa a un obispo bendiciendo.
La construcción del edificio duró varias décadas. Se adaptó al terreno desnivelado y se proyectó un nuevo espacio, la Plaza, con lo que las edificaciones que la rodeaban tuvieron que abrir nuevas ventanas y puertas. En una de las piedras de la fachada principal aparece la fecha de 1726, posiblemente el año de finalización de esta interesante fachada-retablo. En ella se distinguen dos cuerpos flanqueados por columnas salomónicas con decoración y en la hornacina superior se observa la figura de San Bartolomé colocada en el año 1973.
Durante la Guerra Civil (1936-1939), la iglesia parroquial de Beceite sufrió un gran expolio, grandes tesoros artísticos como eran los retablos del altar mayor y el de la Virgen del Rosario fueron arrancados a golpe de hacha, y tras caer derribados, causando tan gran polvareda que éta salí por la puerta de la iglesia, fueron sacados a la plaza y quemados.
El suelo, que estaba lleno de tumbas, tras sacar las losas cadáveres embalsamados, fue labrado con caballerías; en las paredes laterales se abrieron unos boquetes para hacer ventanas, quedando el recinto de la iglesia para ser usado como almacén. Estos boquetes aún se pueden apreciar hoy pues finalizada la guerra fueron tapiados con cemento.
El órgano del coro, las campanas, que tenían tan buena sonoridad que se oían de varias horas de camino y, la escultura de piedra de San Bartolomé que estaba en la hornacina de la fachada principal también fueron derribados. Esta hornacina permaneció vacía hasta 1973, año en el que, tras un encargo efectuado por el Ayuntamiento a un escultor de Zaragoza, se instaló la nueva imagen de San Bartolomé, la cual tiene un peso aproximado de 800 kg y que costó 50.000 pesetas.
La instalación de la escultura, con los medios que se dispone en la actualidad, hubiera sido fácil, sin embargo, en aquel momento no fue así.
Ramón Latorre y su hermano Luis, como albañiles, fueron los encargados de efectuar esta instalación, para lo cual, sacando unos cables por dos agujeros que hay en la fachada, en el vértice del tejado, sujetaban una polea cuyo extremo era tirado por un tractor, el cual, al ir bajando por la cuesta del Doctor Fleming, hacía que la escultura fuera subiendo.
Para que no rozasen los cables y la figura en las cornisas inferiores, mucho más sobresalientes que la pared, había atadas a la figura dos cuerdas, de las cuales tiraban un grupo de hombres.
Tras el primer intento hubo que descenderla, ya que ésta quedaba a la altura pero no tenía suficiente balanceo, se subió por segunda vez y al llegar a la altura se hizo oscilar, de forma que, en el mismo instante que entró en la hornacina, el tractor retrocedió, quedando instalada en el sitio.
Lo más destacable de su decoración interior son los lienzos de los cuatro Padres de la Iglesia en las pechinas de la cúpula del crucero; están pintados al óleo y pegados sobre el muro.
Por San Bartolomé, patrón de la población junto a San Eutropio, se organizan las Fiestas Mayores. El 24 de agosto, día de la festividad de este Santo, la imagen sale en procesión; antiguamente, también se sacaba en años de gran sequía.
Fuente:
– Paneles públicos de información de la Comarca del Matarraña.
– Latorre Albesa, Luis. Chirigol de historias, personajes y curiosidades. 2004. Barcelona.